¿Cuáles son los roles que encarnan las mujeres en los procesos de defensa de los servicios públicos -agua potable, saneamiento e higiene- y gestión de los recursos hídricos en América latina? ¿Qué redes colaborativas integran? ¿Qué recursos de política y acción territorial generan? ¿Cuáles son los aprendizajes que podemos subrayar?
En la última década han surgido redes colaborativas que trabajan sobre la defensa del agua especialmente y con una fuerte perspectiva de género en el Gran Chaco Americano -Argentina, Bolivia y Paraguay-. Este es el caso del Programa SEDCERO, una red colaborativa público privada cuyo objetivo es garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento principalmente en población vulnerable (población rural, comunidades originarias e indígenas, mujeres, jóvenes y niños), y que desde su abordaje de Sistemas Tecnológicos Sociales, articula sus acciones de mitigación y adaptación al cambio climático con temas de gestión hídrica, de preservación de bosques nativos y biodiversidad autóctona (Juarez et allí, 2018). El programa tiene su foco de trabajo en la región del Gran Chaco Americano, la segunda ecoregión boscosa más importante del Cono Sur después del Amazonas, y es una región compartida por Argentina (59%), Paraguay (23%), Bolivia (13%) y Brasil (5%). Esta región se caracteriza por largos ciclos de sequía y, recientemente a raíz de los desmontes, sufre de inundaciones.
Desde los inicios de SEDCERO en el año 2013 se han construido contenidos teóricos y prácticos para buscar resolver de forma sustentable e integral los diversos problemas de acceso -en calidad y cantidad- al agua segura para consumo, saneamiento, higiene y producción a pequeña y mediana escala con especial énfasis en el rol de las mujeres rurales e indígenas. Las mujeres son consideradas como eje de las dinámicas de gestión de los recursos naturales y los servicios públicos en estos territorios (Avellaneda et allí, 2018). En este sentido, el Programa SEDCERO ha capitalizado los aprendizajes generados y cuenta con cursos universitarios, publicaciones, plataforma de I+D+i (Plataforma del Agua), aprendizaje en el hacer e iniciativas de política pública (ante entes del gobierno nacional, el Congreso de la Nación, entre otros).
Y en ese camino, SEDCERO -como red temática sobre “agua”- ha buscado nutrir a sus miembros con diferentes insumos para incidir en las políticas públicas y para diseñar soluciones adecuadas localmente, como es el caso del Colectivo de Mujeres del Chaco, las Defensoras Ambientales del Chaco y otras iniciativas focalizadas en las actrices -mujeres rurales e indígenas- más vulnerables de los territorios, pero también las actrices más fuertes en las comunidades a la hora de organizar, coordinar y establecer decisiones colectivas con las poblaciones locales en defensa de sus derechos humanos -AGUA, especialmente-. Las mujeres.
Defensoras del Agua: Hacia la construcción de herramientas de política
La tendencia a trabajar la relación ‘mujeres y agua’ ha aumentado y está en incremento. Durante los años 2018 y 2019, la Fundación Plurales, el Programa SEDCERO, la Iniciativa Mujer Rurales, la alianza GAGGA, la International Land Coalition y otras redes y organizaciones sociales han priorizado el tema de agua y saneamiento y preservación de los recursos hídricos en la agenda de política de grandes colectivos de mujeres en diferentes lugares de la región del Gran Chaco. En formatos distintos -talleres de debate, rutas de aprendizajes, talleres de autoconstrucción de sistemas de agua y de saneamiento, diseño colectivo de Informe Sombra para Naciones Unidas, entre otros- se ha logrado avanzar sobre una concepción -desde los colectivos de mujeres- sobre el agua como un derecho humano y un bien común, colectivo y esencial que debe ser resguardado y gestionado con fuerte participación de las comunidades locales.
Como un hito clave del proceso colectivo y colaborativo que están trabajando las mujeres rurales e indígenas en Argentina se destaca la reciente presentación del Informe Sombra de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas en Ginebra. El informe es actualmente una herramienta de política relevante para la lucha de las defensoras del agua, porque marca una agenda que trasciende lo local y lo nacional, para pasar a debatir a nivel global el rol de la mujer en las políticas de agua.
Estos aprendizajes regionales sobre la gestión del ‘agua’ en clave de perspectiva de género son relevantes en un mundo que enfrenta un escenario de escasez y contaminación de sus recursos hídricos.